Era un hombre anciando y minusválido, obligado a trabajar en cuarentena por el Director de Limpia, Gerardo Encarnación Cruz
El Gobierno Municipal detectó que presentaban los síntomas de coronavirus, pero durante dos semanas no reportó los casos a la Secretaría de Salud
Jonathan Cuevas/API
Iguala, Gro.
24 de Abril del 2020.
Días antes de que don Íñigo Jaimes enfermara de Covid-19, y de su muerte; una mujer, vieja conocida por su religión, platicó con él afuera del Ayuntamiento.
– ¿Usted no se va a ir a su casa hermano Íñigo?-, le preguntó la mujer, a lo que él respondió que no, porque sus jefes no se lo habían permitido.
– Pues ni modo, hay que apechugar-, respondió mientras esperaba a su esposa sentado en su silla de ruedas.
Don Íñigo y doña Luz llevaban toda una vida juntos y se entendían bastante bien según personas que los conocían y convivían constantemente con ellos.
Ella constantemente lo cargaba para moverlo de un lado a otro, pues en los últimos años don Íñigo no podía caminar debido a su condición física, una discapacidad en ambas piernas.
Él era trabajador con cargo de barrendero en el departamento de Limpia de esta ciudad, pero su esposa a pesar de no ser empleada del gobierno municipal, le ayudaba a realizar su labor. Mientras hacían este pesado trabajo recolectaban latas y pet para vender y mejorar su salario.
Se les solía ver juntos comiendo a las afueras del Ayuntamiento; siempre humildemente en las bancas del zócalo.
Su vida siempre fue dedicada a Dios. Desde su juventud acudían a la iglesia y se consideraban siervos de Dios.
Aquella mujer con la que se topó Íñigo al inicio de la cuarentena dictada por el Gobierno de México, lo conocía desde hace mucho tiempo y coincidieron en muchas ocasiones al congregarse en distintas iglesias cristianas.
Esa tarde le preguntó si no dejaría de trabajar ante la indicación del Gobierno Federal de que los ancianos no deberían trabajar. Él dijo que no, de acuerdo con la versión de aquella mujer, pero no porque no quisiera, sino porque sus jefes no se lo habían indicado asumiendo que él no tenía una enfermedad crónico degenerativa.
Ni su avanzada edad de aproximadamente 75 años ni su condición física de minusválido, fue suficiente para el Presidente Municipal Antonio Jaimes Hererra, ni para el Director de Limpia, Gerardo Encarnación Cruz.
La postura oficial
Un comunicado de Encarnación Cruz publicado en las redes oficiales del Gobierno Municipal, confirma que no solo don Íñigo continuó trabajando durante la cuarentena sino también su esposa doña Luz a pesar de no ser empleada.
“Se trata de una pareja donde el varón es quien labora para el Ayuntamiento pero presenta una invalidez por lo que en un gesto humanitario, lo asiste una mujer en sus labores, misma que el miércoles (no precisa la fecha pero se asume que el 08 de Abril por los tiempos que manejan en esta versión) se retira con calentura”, se lee.
El texto continúa: “el señor goza de día de descanso , jueves y viernes y ya no se presenta a laborar. Dijo que la mujer regresó el lunes a trabajar (sin ser empleada) pero llegó con temperatura por lo que se le pide retirarse a su domicilio”.
“Él es quien se presenta porque se allegan recursos con lo que recogen de plásticos, pero ya no asiste ni jueves ni viernes y avisa que también tiene temperatura por lo que se le pide no presentarse”; agrega el comunicado.
Días después, de acuerdo con esta versión, la señora avisó que el señor Íñigo estaba hospitalizado y hasta entonces es cuando el alcalde Antonio Jaimes Herrera gira la indicación de que todas las personas que están alrededor de él se fueran a sus casas con revisión de la Jurisdicción Sanitaria.
Después de esto, se precisa, seis trabajadores quedaron en confinamiento ante la sospecha de que tienen Covid-19.
Puntos a destacar
Fuentes consultadas de la Secretaría de Salud, informaron que de ser verídica esta versión, la Dirección de Limpia y el Ayuntamiento habrían caído en la irresponsabilidad y omisión de no haber otorgado el confinamiento oportuno a la pareja a pesar de loa indicación del Gobierno Federal de evitar que personas de la tercera edad continuaran laborando.
Además, habría otra irresponsabilidad por no haber informado en tiempo y forma a la Jurisdicción Sanitaria o a la Secretaría de Salud del Estado o Federal, de los dos posibles casos de Coronavirus, pues habrían transcurrido dos semanas en que la pareja presentó síntomas e incluso habrían trabajado estando enfermos.
Íñigo y Luz, acudieron por cuenta propia al hospital para atenderse, donde finalmente murió el masculino durante la madrugada de este jueves 23 de Abril.
Además se expuso al resto de los trabajadores de esta área del Ayuntamiento, siendo hasta dos semanas después el momento en que el alcalde, Antonio Jaimes pidió a la Jurisdicción Sanitaria la revisión de quienes tuvieron contacto con la pareja.
El alcalde realiza una conferencia cada día después de las nueve de la noche, en donde informa todo lo referente al avance del Covid en el municipio, sin embargo, omitió en todo momento durante casi las dos semanas informar al respecto. Lo hizo hasta después de que una reportera reveló la existencia de los dos casos como sospechosos.