Una entrevista a doña Irinea Buendía
Flor Miranda/API
Chilpancingo, Gro.
4 de Abril de 2021
Ha exigido, llorado y gritado la impunidad, la corrupción y la complicidad de servidores públicos. Su voz ha contado interminablemente la forma en que un policía judicial terminó con la vida de su hija Mariana Lima Buendía, hace 11 años.
Su cabello blanco, manos ya arrugadas, la mirada fuerte, su voz que grita sin cesar y sus pies que han recorrido avenidas en innumerables marchas, muestran la figura de una madre que ha peregrinado el largo camino hacia la justicia.
Durante años, a doña Irinea Buendía se le ha visto caminando por las calles con una cruz que lleva la leyenda de Justicia, y una pancarta en la que se muestra la foto de su hija Mariana, así como un texto: “Yo no me suicidé, tú me mataste!.
Esa es la lucha desde el año 2010: desmentir la versión oficial de que su hija Mariana se suicidó.
La joven era pasante de derecho a los 29 años de edad, cundo fue víctima de feminicidio por el hombre con el que había contraído matrimonio; un policía ministerial del Estado de México que pretendió hacer pasar su crimen como suicidio.
Para ello, según el testimonio de Irinea, se valió de toda influencia a su disposición, sin embargo, después de una lucha incansable doña Irinea logró que fuera aprehendido y vinculado a proceso. Actualmente sigue en espera de ser sentenciado.
“El hombre que juró amarla, protegerla y respaldarla en todo lo que fuera posible, fue el que terminó siendo su verdugo. Mariana era una joven que quería ser abogada, quería ser licenciada en derecho y para eso fue a la Universidad…”, relató la mujer en una entrevista.
Continuó diciendo que era una joven que tenía un proyecto de vida, amor a la vida y quería vivir.” Escogió la carrera en derecho porque quería defender a todas las personas que no pudieran tener dinero para pagar un abogado”, recordó.
Con voz entrecortada, prosiguio: “Mi hija era una persona sensible, una persona noble, una persona que tenía amor a la vida, amor a su familia. Desgraciadamente ella decidió unir su vida a la de este hombre misógino, perverso, violento, machista y cobarde asesino, porque la mató de una manera vil y cobarde”.
“Mi hija no merecía morir de esa manera, mi hija tenía derecho a la vida. Un día antes a mí me visitó y reafirmó su proyecto de vida, en donde Julio César ya no entraba y desgraciadamente eso le costó que la matara”; acusó.
Y añadió: “Él dice que mi hija se ahorcó con un cordón de 5 milímetros de diámetro y con una armella, lo cual cuando yo empecé a hacer las pruebas de resistencia me di cuenta que este cordón aguanta 14.5 kilos, y mi hija pesaba 65 kilos. ¡Es imposible!”.
A pregunta expresa, respondió: “El perfil de un feminicida no se puede describir porque puede ser la persona más amable que usted encuentre, pero necesita convivir con él. Existen características que puede identificar que es un hombre violento, pero es hasta cuando empiezas a convivir con esa persona”.
Tras señalar que su hija, tenía tiempo siendo abusada sexual, psicológica, física y económicamente, indicó la importancia de que las mujeres denuncien y se alejen de quien les hace daño.
“Es muy difícil poderse desprender del miedo, pero también es muy difícil poderse desprender del misógino, entonces yo creo que el miedo paraliza pero llega el momento de tomar una decisión, porque es nuestra vida o vamos a salir con los pies por delante”, expuso la mujer.
Y abundó: “yo creo que tenemos que aprendernos a querer demaciado a nosotras para poder romper el silencio”.
Sentencia Mariana
El homicidio de Mariana ocurrió un año antes de que se tipificara el delito de feminicidio en el Código penal del Estado de México, y el caso trascendió fronteras luego de que el 25 de marzo de 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sentó jurisprudencia al emitir la llamada “Sentencia Mariana Lima”.
El caso es histórico porque a partir de los esfuerzos de Irinea para otorgar justicia al caso de su hija, la SCJN estableció que todo homicidio violento de mujeres debería investigarse con perspectiva de género.
La lucha por la justicia emprendida por su madre Irinea Buendia y su padre Lauro Lima, derivó en la sentencia histórica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que establece que “Toda muerte violenta de mujeres debe ser investigada de inicio como feminicidio”.
Desde 2013 la primera sala de la Suprema Corte resolvió que las autoridades encargadas de la investigación de muertes violentas de mujeres, tienen la obligación de realizar las diligencias correspondientes con base en una perspectiva de género.
Muchas madres buscan justicia y no la encuentran
Irinea se ha sumado a diferentes movilizaciones y protestas en las que se exige un alto a los feminicidios, sin embargo, lamenta que la situación es cada día más violenta para las mujeres.
El encuentro con otras madres que también están en la lucha, ha sido para ella lleno de dolor, tristeza, indignación y rabia.
“Digna rabia porque finalmente nos arrebataron a nuestras hijas, les quitaron la vida, pero no por eso vamos a dejar de luchar. Vamos a seguir luchando hasta donde tengamos una sentencia que siente un precedente de no repetición”, aclaró.
“Muchas madres se han acercado a mí y desgraciadamente me doy cuenta que las autoridades en su desconocimiento y complicidad, con corrupción, la mayoría de carpetas de investigación siguen teniendo los mismos vicios y vacíos de antes”, reprochó.
Dijo que su vida dio un giro de 180 grados, pues ntes de la muerte de su hija “vivía en un globito color de rosa junto con mi familia”.
“No quisiera estar en este lugar, no es agradable, yo preferiría que estuviera mi hija”, dijo, al recordar cómo era su vida antes del feminicidio, ya que después, junto a su esposo que murió en espera de justicia, empezaron una lucha incansable para hacer que el asesino pague.
“El silencio es el ruido de fondo de las violencias machistas. No callemos más, solo de esa manera podremos ser escuchadas”, recalcó.
AMLO: 30 años de retroceso para las mujeres
También aseguró que con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder en México, existe un retroceso de 30 años en materia de justicia y derechos humanos.
“No vamos a permitir que el silencio oficial y la desfachatez, y lo que se atreve a decir (AMLO), no se en que país vive pero me gustaría que me invite”; reprochó una vez más.
“Porque en México, 11 asesinos feminicidas al día se integran a la fila de feminicida, en busca de más mujeres que asesinar, pero él no ve esa violencia porque dice que las familias mexicanas vivimos en fraternidad”, lamentó.
Y añadió: ¿Dónde? Que nos diga dónde, yo conozco hombres que violan, padres, hermanos, tíos, abuelos que violan a jovencitas que quedan marcadas toda la vida”.
“Cuando habla de que no existe nada de eso, quiere decir que ni siquiera nos da la calidad de que somos visibles, nos está invisibilizando totalmente”, dijo.
Respecto a la candidatura de Félix Salgado Macedonio en Guerrero, indicó: “es difícil hablar de un candidato, yo no soy política, para mí, yo hablaría de las víctimas y obviamente a las víctimas ni siquiera se les da esa calidad de víctimas, ni siquiera se nos cree”.
“Primero nos dicen que denunciemos, pero cuando vamos y denunciamos, nos dicen:” pues si tu fuiste la fácil, él ni quería”. Entonces desgraciadamente siempre la mujer es la que tiene la responsabilidad de todo, porque el hombre, “pobrecito”.
“Yo lo que les digo es que sí les creo a las víctimas, yo si les creo, yo creo que ustedes lo conocen al candidato, él se ha expuesto y evidenciado solo, los de Guerrero saben de quién hablamos y quién es, y lo saben perfectamente, sin palabras”, abundó.
Irinea Buendia visitó la capital del estado donde fue entrevistada por la conductora Elia Moreno del Moral, en el programa “Ultravioleta”