Policías Antimotines desalojan a campesinos de la Autopista del Sol

*** También agredieron a miembros de la prensa
 
Bernardo Torres/API 
Chilpancingo, Gro. 27 de Febrero del 2020.- Elementos de la Policía del Estado, desalojaron a de la Autopista del Sol a campesinos de cinco municipios, que bloqueaban a la altura del punto conocido como El Parador del Marqués, en demanda de infraestructura carretera.
 
Alrededor de las 11:00 de la mañana, alrededor de 150 comisarios de los municipios de Quechultenango, Chilapa, José Joaquín de Herrera, Acatepec y Atlixtac, llegaron a este punto para exigir la reanudación de la pavimentación del tramo carretero Juxtlahuaca-El Epazote, parados desde hace un año.
 
Eutimio Castro Astudillo, comisario de una localidad del municipio de Quechultenango, recordó que la pavimentación de esta carretera de 26 kilómetros se inició hace más de seis años, y a la fecha se ha avanzado en apenas 12.
 
El 23 de septiembre del año pasado, sostuvieron un encuentro con el director de la Comisión de Infraestructura Carretera y Aeroportuaria del Estado de Guerrero (CICAEG), Ricardo Taja Ramírez, quien se comprometió a concluir los trabajos en el mes de diciembre y no cumplieron.
Han pasado más de dos meses y los trabajos no han sido reiniciados, y ante la cercanía de la temporada de lluvias, temen que otra vez no concluyan este año y sigan gastando el recurso en reparaciones de tramos dañados.
 
El comisario, dio a conocer que con esta obra se verán beneficiadas alrededor de 150 comunidades de los cinco municipios antes mencionados, y la mayoría están ubicados en la zona indígena de la Montaña Baja, históricamente abandonados por sus tres niveles de gobierno.
 
Al lugar arribaron funcionarios de la Secretaría General de Gobierno, y de la CICAEG, quienes se comprometieron a que en 25 días el tramo carretero estará terminado, lo que los campesinos no creyeron, pues el ingeniero encargado, les informó previamente que tardarían al menos cuatro meses.
 
Sin acuerdos, los campesinos bloquearon nuevamente la Autopista del Sol en sus dos sentidos, y de inmediato los elementos policiacos iniciaron el desalojo, utilizando escudos, filetes y gas lacrimógeno en contra de los manifestantes.
 
El desalojo duró alrededor de media hora, pues los manifestantes se dispersaron, y la policía rompió todos sus protocolos, golpeando, y arrastrando a quienes se oponian; un cartucho de gas cayó sobre un pastizal, que provocó un aparatoso incendio.
 
Cuatro personas fueron detenidas, entre ellos el comisario Eutimio Castro Astudillo, uno fue severamente golpeado y se pudo observar su cara ensangrentada; en todo momento los policías trataron de impedir que se documentaran las detenciones.
 
Agreden Policías Estatales a miembros de la prensa
 
Durante el desalojo de campesinos de la Montaña Baja de Guerrero, elementos de la Policía del Estado, al mando del Secretario de Seguridad Pública de Guerrero, David Portillo Menchaca, arremetieron contra miembros de la prensa que documentaban el hecho.
Cuando policías ejecutaron las detenciones de los cuatro comisarios, varios reporteros tomaban fotos, vídeos y observaban la situación, fueron golpeados con toletes y escudos, incluso a uno le arrebataron y pisotearon su teléfono celular.
 
El reportero gráfico de Milenio, Alberto Gómez Portillo, fue golpeado por un elemento en el brazo con un tolete, le arrebataron el teléfono y se lo tiraron al piso; mientras que el reportero de Agencia de Noticias IRZA, Josué Miranda Ventura, fue golpeado en la espalda con un escudo.
 
En reiteradas ocasiones el fotógrafo de la Jornada Guerrero, Dassaev Téllez Adame, fue empujado, jalonado, y recibió un golpe en la cara por uno de los uniformados, incluso fue amenazado “te vamos a partir tu madre”, todos con la cara cubierta. 
 
La fotógrafa, Jessica Torres Barrera del Periódico “El Sur”, fue empujada, obstruyeron todo el tiempo su labor periodística, y además fue agredida verbalmente por los policías, “quítate pinche chamaca”, “vete a cocinar”, dijo otro de los uniformados.
 
Cabe destacar que en todo momento los policías asumieron una actitud hostil tanto en contra de los manifestantes, como de los reporteros a quienes todo el tiempo insultaron, amenazaron, y empujaron con escudos antimotines, mismo que en ese momento se le hizo saber al secretario de Seguridad Pública, David Portillo Menchaca.