Juan Blanco | API Guerrero
Chilpancingo, Gro. | 13 de octubre de 2022
Integrantes del Consejo de Jornaleros Agrícolas de la Montaña, denunciaron que la Unidad de Servicios Integrales (USI) o Casa del Jornalero, en Tlapa, se encuentra en abandono por los tres órdenes de gobierno, de modo que no cuenta con insumos alimenticios, servicio médico ni dormitorios acondicionados para las familias indígenas que pasan a descansar previo a emigrar a otros estados del norte y noroeste del país a trabajar a los campos.
Ante ello, exigieron la atención de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda; del alcalde de Tlapa, Gilberto Solano; y del presidente Andrés Manuel López Obrador para que los apoyen, pues de no hacerlo, el próximo lunes 17 de octubre estarán tomando “otras medidas”, advirtieron.
En una conferencia de prensa que ofrecieron desde Tlapa, la cual fue transmitida en vivo esta mañana en la plataforma del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Miguel Martínez Peralta, responsable de la USI, dijo que días después de que Evelyn Salgado asumió el cargo de gobernadora, acudió a Tlapa la Secretaria de Asuntos Indígenas y Afromexicanos de Guerrero, Reyna Mejía Morales, quien llevó 100 despensas para la Casa del Jornalero, pero que le expusieron que la urgencia era una reunión con la mandataria, a lo que contestó que trabajaría en ello, pero que desde entonces “no hemos sabido de ella”.
Agregó que recientemente también fue la titular de la Secretaría de Salud Estatal, Aidé Ibarez Castro, a quien de igual forma le expusieron la necesidad de llevar a cabo una reunión, pero que tampoco han obtenido una respuesta.
Manifestó que “las autoridades saben que no han aportado nada en materia de alimentación”, de modo que “ahorita no tenemos nada para darle a los hermanos jornaleros”. Ellos saben que el gobierno pasado dejó a medias la remodelación de la casa”.
Remató: “No hay literas, todos los lavaderos donde lavaban su ropa las familias están quebrados. ¡Ya basta de que el gobierno siga sin preocuparse!”. Y advirtió: “Si de aquí al lunes no hay nada, vamos a tomar otras medidas”.
En su intervención, Gudelia Santiago, quien es responsable del registro de la población jornalera, informó que en lo que va del año han contabilizado que un total de 8 mil 81 jornaleros de todos los municipios de la Montaña, han viajado al norte del país para trabajar en los campos agrícolas.
Sin embargo, dijo que a su paso por la USI se encuentran con que las instalaciones están en mal estado, además de que no hay seguridad, pues producto de ello, denunció, “en lo que va del mes se han robado como cinco celulares, por lo que por lo menos se necesita un portón para que no entre gente ajena”, expuso.
Agregó que tampoco hay personal médico ni de enfermería para brindar consultas a los integrantes de familias jornaleras que tienen algún padecimiento.
Por su parte, Hermelinda Santiago, quien representa a las madres jornaleras, explicó que ante la falta de oportunidades de trabajo en sus comunidades, se ven en la necesidad de emigrar a otros lugares del país para tener mejores condiciones de vida.
Ese calvario, dijo, lo sufren tanto ellas como sus hijos menores de edad al no haber las mejores condiciones laborales y ante la falta de apoyo gubernamental. “Llevamos a nuestros hijos sin ningún medicamento, sin ningún apoyo, porque los que nos contratan no nos apoyan”.
“Llegamos a los campos y nos hacen igual; llevamos a nuestros hijos en medio de las parcelas y corren el riesgo de que los ataque un animal”, manifestó. Aunado a ello, señaló que “la mano de obra sigue siendo mal pagada. Tristemente estamos abandonados en este lugar”.
Al tomar la voz, Rocío, una madre jornalera quien recientemente dio a luz a su bebé, dijo que las carencias que padecen como jornaleros es un tema que “hemos repetido muchas veces, un tema que se ha venido tocando, y hasta la fecha no hay ningún avance, ninguna solución”.
Externó que “nosotras como mujeres jornaleras enfrentamos muchos problemas: no contamos con médicos; en los campos nos tratan como animales, no les importa si una está embarazada, si una está enferma; allá al patrón lo único que le importa es que tú trabajes para él”, señaló.
Agregó que todavía tienen que lidiar con la discriminación por el simple hecho de ser indígenas y no hablar perfectamente el español. Por ello, a nombre de las familias exigió a los tres niveles de gobierno que “nos regresen a ver”. Y aclaró: “no estamos pidiendo dinero para no ir a trabajar sino mejores condiciones”.