Jonathan Cuevas | API Guerrero
Iguala, Gro. | 5 de septiembre de 2022
En los últimos cuatro días fueron ejecutadas cinco personas en la ciudad de Iguala, donde las corporaciones policiacas continúan inertes ante la narco violencia.
La mañana del jueves se registró un ataque armado en un domicilio particular donde también había una fonda, en la calle principal de la comunidad de Metlapa.
Como resultado perdió la vida un masculino de 80 años de edad, identificado como Luciano “N”, de oficio campesino, quien se encontraba comiendo, mientras que la propietaria del lugar y cocinera, resultó lesionada y fue trasladada a un hospital.
Al día siguiente murió un comerciante cuando recibía atención médica en el hospital general “Jorge Soberón Acevedo”, de esta misma ciudad.
La víctima fue atacada a balazos el jueves en el Periférico Sur, a la altura de la colonia Magisterial, hecho que fue reportado al 911 por vecinos, por lo cual llegó una ambulancia que traslado a un masculino herido de bala.
La noche del mismo viernes, el conductor de una urvan del transporte público fue asesinado en pleno Centro de la ciudad, en la calle Melchor Ocampo esquina con Altamirano.
La víctima fue identificada como Isidro Fuentes Ochoa de 42 años de edad, cuyo cuerpo quedó dentro de la unidad que conducía de la ruta Emilio M. González- – Zócalo-Mercado, con número económico 733.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 20:30 horas, cuando la urvan se encontraba esperando pasaje.
La mañana del sábado se registró un nuevo ataque armado, ahora en un negocio de antojitos mexicanos con razón social ‘Kimberly”, ubicado sobre el boulevard Heroico Colegio Militar, frente a la central de autobuses “Estrella de Oro”, y frente a una de las puertas de la zona militar.
Derivado de este hecho perdió la vida un hombre identificado como Jesús Alberto “N” de 34 años de edad, propietario del lugar.
Este domingo alrededor de las 7:00 de la mañana fue hallado el cuerpo de un joven sobre la calle Acapetlahuaya de la colonia Zapata, casi en los límites con la colonia Las Américas.
La víctima estaba atada de las manos hacia la espada, cubierto del rostro y con un mensaje escrito en un pedazo de cartón.