Su hijo la deja por la mañana en la Ciudad Deportiva de Iguala, Guerrero, y la recoge hasta la tarde para que todo el día pida dinero
Pedro Greko | API Guerrero
Iguala, Gro. | 23 de junio de 2022
Pedir limosna es la única opción que tienen muchas personas de la tercera edad para sobrevivir, pues es difícil que alguien los pueda emplear, pero más allá de eso, muchos han sido olvidados por sus familiares.
El caso de doña Liboria Rosas, originaria de Pueblo Viejo, Iguala, es aún más triste: su hijo la deja todo el día en la calle para pedir limosna, sin saber siquiera si come o no.
La tarde de este miércoles, la mujer fue encontraba tirada en una banqueta, afuera de las canchas de frontenis “Guera Catalán”.
Seguidores de esta plataforma digital pidieron ayuda para que acudiera un reportero. Al acudir, se observó a la señora tirada bajo los arcos de la Ciudad Deportiva, junto a su andadera, llorando y adolorida.
Al interrogarla, comentó que tenía mucha fiebre y dolor de huesos, por lo que se pidio el auxilio de paramédicos de Protección Civil Municipal, quienes llegaron pronto para brindarle los primeros auxilios.
Al lugar llegó también personal del DIF Municipal quiénes dijeron que por instrucciones de la Presidenta Antonia Cardoso Salgado, se encargarían de ayudar a la mujer y, en caso de ser necesario, abrir una investigación.
Fue la Directora Sandra Luz Rueda Rodríguez, quien afirmó que se le brindaría la atención e intervendría la Procuradora del DIF.
Cabe mencionar que doña Liboria no había comido en dos días, por lo que el reportero compró un poco de pollo para darle, antes de la llegada de las autoridades.
Según se pudo averiguar, todos los días por las mañanas la llevaba un familiar, al parecer su hijo, a dejarla en ese lugar para que pida limosna, y la recoge hasta la tarde, sin saber siquiera si la mujer come o no come, o si está enferma o no, incluso a pesar de su avanzada edad (aproximadamente 75 años).
Doña Liboria espera cada día que la gente que pasa por el lugar se apiade de ella y le regale unas monedas para poder llevar a su casa, y aunque relata con alegría que en ocasiones le dan hasta 20 pesos, hay veces que no recibe una sola ayuda.