MALTRATO Y UN RETO A GOLPES, RECIBE UN HOMBRE DE 65 AÑOS EN LA TERMINAL DE AUTOBUSES DE OMETEPEC
**Don José Salvador de 65 años denuncia que tanto los choferes del autobús Alta Mar, la gerente por llevar dos cajas voluminosas le pedía dinero sin entregarle ningún recibo
**Afirmó que el encargado de paquetería lo agredía verbalmente con palabras altisonantes y lo retó a los golpes
**Finalmente no le devolvieron su dinero, se fue a San Juan de los Llanos donde tomó un autobús de la empresa autobuses BUDA, donde solo le cobraron 450 pesos
Osvaldo Rendón Ríos | Ometepec, Gro. | 10 de febrero de 2022
Un hombre de la tercera edad, con 65 años, recibió maltrato psicológico en la terminal de autobuses de Ometepec, por parte de personal de la empresa Autobuses Alta Mar; incluso, un trabajador de paquetería lo retó a golpes, porque no accedió a pagar lo que le exigían extra por su equipaje en la cajuela del autobús. A fin de cuentas, no lo dejaron abordar el autobús y se negaron a reembolsarle el dinero de su boleto.
El Señor José Salvador Pantaleón Bueno, con domicilió en la calle Constitución en el Barrio de la Iglesia, en entrevista para este medio de comunicación, informó que “El pasado día domingo 6 de febrero del año en cursos, alrededor de las 20:20 horas acudí junto con mi familiar a la terminal de autobuses Alta Mar, ubicada sobre el bulevar Juan N. Álvarez, en la ciudad de Ometepec, ya que el autobús salía a las 21:00 horas de Ometepec, con destino a la terminal del Sur ubicada en Taxqueña, en Ciudad de México”.
Comentó que “Ya estando arriba del autobús, en el asiento 22 que fue lo que marcaba mi boleto, donde los choferes del autobús 11139, se fijaron en la cajuela donde estaban las dos cajas de huevo y preguntaban de quien eran, les dije que eran mías y me preguntaron que traía ahí, les dije que en una de ellas llevaba verduras de la región como son chipiles, hierva mora, quelites, que son puras hojas y estas no pesan mucho, en la otra caja de huevo llevaba tamales, que son también de la región y que por las cajas de huevo se ven muy vultuoso, pero pues por el volumen de la caja se veía mucho y pesaba muy poco”.
Informó que antes de abordar, “me nació de corazón darle para los refrescos al que acomodo las dos cajas, le di cien pesos, pero los operadores del autobús al responder que era mía me dijeron que tenía yo que pagar por esa dos cajas, uno de los choferes me dijo que le diera cien pesos para sus refrescos y uno de ellos respondió que el autobús no camina con agua, si no con gasolina, después me dicen que lleve las dos cajas a la paquetería para que pesaran las dos cajas, por lo que pues las bajaron y me dicen póngala aquí, después que no, que la llevara la otra pesa y así me hicieron cambiarla de un lugar a otro en tres ocasiones, por lo que me moleste y me dirigí a la taquilla para hablar con la gerente o la jefa, como los operadores le llamaban”.
Siguiendo con su relato, don José Salvador dijo que “la encargada de la terminal de autobuses me pidió que le diera trecientos pesos y no te doy papel pásate así nada más, por lo que no accedí a entregarle lo que me estaba pidiendo, entonces la gerente o jefa dijo al que la estaba pesando cóbrale lo que es, por lo que me dijo que tenía que pagar mil pesos extra, le dije que me cancelara mi boleto y me dijo que no porque ya no se podía cancelar debido a que ya el autobús tenia treinta minutos de retraso el autobús, por lo que le dije yo llegue con tiempo ese retrasó de media hora es culpa de ustedes, no mía; debieron ustedes haber hecho lo que tenían que hacer con anticipación y no a la mera hora”.
El afectado, le dijo a la mujer de la taquilla que la reportaría con sus jefes por los abusos que estaban cometiendo con él, por lo que esta se victimizó diciendo que lo estaba amenazando y le canceló el boleto, al darse cuenta de que ya no iba a viajar, el hombre que pesó las dos cajas se enfureció, y lo retó a golpes, “me dice salte afuera, conmigo te partes la madre, por lo que me salí y de inmediato mi sobrino se metió y le dijo: no va hacer con él, con quien te vas a chingar es conmigo”.
Finalmente, dijo que la mujer de los boletos no le devolvió su dinero que tuvo un costo de 517.50 pesos, pues lo había comprado con descuento del INSEN, más la propina que le había dado al sujeto que subió las cajas a la cajuela, fueron 617.50 que perdió, aparte del disgusto. Posteriormente se trasladó a San Juan de los Llanos para abordar otro autobús para la Ciudad de México de la empresa BUDA, donde solo pagó 450 pesos sin que le cobraran extra por sus cajas y su maleta.