Elzy… la niña que quiere combatir a “Los Ardillos”, en Guerrero

Juan Blanco | API Guerrero 
 
Ayahualtempa, Gro. | 10 de enero de 2022
 
Dos niños permanecen, alegres, sentados en unas gradas afuera de la Comisaría Municipal de Ayahualtempa, municipio de José Joaquín de Herrera en Guerrero. Comen con ansias frituras que tienen en una bolsa, como si fuera la primera que lo hacen.  
 
Otro grupo se divierte en los juegos de un pequeño parque instalado en la explanada. Ríen una y otra vez mientras hacen travesuras que a los adultos presentes causa gracia, y risas efímeras. 
 
Ahí está Elzy, una niña de apenas seis años de edad que no muestra la misma felicidad. Tiene un paliacate amarrado alrededor de su cuello que cubre la mitad de su tierno rostro. 
 
Ella y otros 19 niños hacen fila en la cancha y son presentados ante el público y diversos medios de comunicación por la Policía Comunitaria del lugar (CRAC-PC-PF), como los posibles futuros guardias de seguridad comunitaria.
 
Constantino Toribio Gaspar, uno de los comandantes de dicha organización armada, es quien se encarga del entrenamiento militar de otros infantes ya enrolados en sus filas. En ese momento pide a los más pequeños: “levanten la mano el niño o la niña que quiere formar parte de la Policía Comunitaria”.
 
Elzy, con todo y sus mejillas chapeadas por el frío que envuelve elugar, es una de las que rápidamente respondió con un “sí”. Su madre, la joven Antelma de 26 años, lo reafirma moviendo la cabeza y diciendo: “Yo sí dejaría que mi hija se arme”. 
 
De ser así, en 8 o 13 días podríamos verla empuñando un rifle para enfrentar al grupo delictivo identificado como “Los Ardillos”, que “amenaza” con irrumpir en las comunidades indígenas de Amatitlán, El Caracol, Los Pinos y Ayahualtempa. 
 
Esto sucederá si las autoridades estatales y federales no cumplen su obligación de brindar seguridad a los pueblos de esta región enclavada entre la región Centro y la parte baja de la Montaña de Guerrero. 
 
Su mamá es clara al mencionar que sueña con verla graduarse como enfermera o doctora, pues dice que es lo que hace falta en esta zona de la entidad. No obstante, advierte que levantarse en armas sería el único camino que les permitiría conseguir sus sueños, y es la única forma en que el gobierno podría atender la situación de inseguridad. 
 
En tanto, Elzy continuará estudiando el primer año en la Escuela Primaria Indígena “Román Vázquez”, y podrá divertirse como lo hacen los pequeños de su edad, aunque los Reyes Magos no los hayan visitado la madrugada del pasado 6 de enero, precisamente por los problemas de inseguridad y la dificultad para trasladarse de un pueblo a otro.