Ahtziri Lorenzo | Bernardo Torres
API Guerrero | 24 de agosto de 2021.
Acapulco, Gro.- Actualmente existen dos hombres desaparecidos en Acapulco y Chilpancingo, cuyos familiares han señalado a policías como responsables, luego de que en el primer caso el joven Juan Daniel Pompa Lozada de 22 años de edad fue detenido, mientras que en el caso de César Ojeda Cano fue hostigado por oficiales, antes de que un grupo armado irrumpiera a su domicilio para llevárselo.
El primer caso ocurrió en el puerto de Acapulco. Juan Daniel llegó a la ciudad el pasado 9 de agosto para buscar empleo en mantenimiento y reparación de aires acondicionados, de acuerdo con el relato de su madre Ethel Gabina Lozada González.
“Al llegar me dijo que iba a cambiar de chip porque el otro no tenía cobertura aquí, ya por la tarde me mandó un mensaje que estaba bien y le dije que se cuidara mucho, que si no encontraba nada se regresara”, explicó la mujer.
Para el 10 de agosto, su última conexión se refleja a la 1:50 de la tarde, minutos antes de la balacera en el Mágico Mundo Marino ubicado en playa Caleta; ahí, en fotografías y vídeos, así como en una ficha de detención de la Fiscalía, Lozada González vio a su hijo siendo sometido por elementos de la Policía Turística y Estatal.
“En un vídeo que apareció en redes sociales me percaté que era mi hijo, luego encontramos fotos donde lo tienen sometido y entre las personas detenidas estaba su nombre, fuimos al reclusorio de Chilpancingo y nos dijeron que ninguno coincide con mi hijo, nos regresamos a buscar a Acapulco en fiscalías, reclusorios, Cruz Roja, Semefo, hospitales y no tuve respuesta, dicen que no está detenido”; denunció.
La denunciante señala que, al acudir a la Fiscalía ubicada en Barrios Históricos, la abordó una comandante de la Policía Ministerial quien se identificó como Aracely, y le mencionó que el joven Juan Daniel no fue detenido ni herido, incluso “me mostró una fotografía en su celular donde efectivamente era él y me aseguró que habló con él, que le dijo que se fuera a su casa; le ofreció prestarle su teléfono para localizar a sus familiares y dinero”.
Después de 48 horas, al acudir a levantar el acta de desaparición, le solicitó a la comandante la fotografía y nuevamente la información que ya le había proporcionado, pero “me dijo: no, no, no puedo, cuando me desocupe yo le mando la foto, y hasta ahorita no se ha vuelto a comunicar”.
Por ello acudió a Derechos Humanos a relatar la negativa, pues asegura es de vital importancia porque ella aseguró que su hijo no fue detenido, ni herido, sin embargo, a más de diez días sigue sin aparecer.
También acudió a la Fiscalía General del Estado (FGE) en busca del Fiscal para que le brindara información de la presunta detención, pero le mandó a decir con sus secretarias que estaba ocupado en un caso importante de otra persona desaparecida.
La carpeta de investigación se abrió el 17 de agosto con el número 12030230100237170821 para la búsqueda del joven de 22 años, con quien se perdió comunicación el pasado 10 de agosto al ser detenido y presuntamente sometido por elementos policíacos, quienes también pese a existir la ficha de detención, aseguran que no tienen a alguna persona con sus características.
Ethel Gabina es originaria del Estado de México. Urgió a las autoridades de los tres niveles de gobierno, brindar información acerca del paradero de su hijo, quien el día de su desaparición vestía camisa manga larga azul rey y short negro.
Como señas particulares tiene dos lunares en la nariz y cuatro tatuajes; dos en cada brazo. “No tiene vicios, solo vino a buscar trabajo, lamentablemente surgió la balacera y él estaba ahí, como turista”; insistió la mujer.
Caso Chilpancingo
En la capital del estado ocurrió el segundo caso. Familiares del empresario reciclador, César Ojeda Cano, privado de la libertad el pasado 20 de agosto, pidieron la ayuda de las autoridades y sociedad civil para dar con su paradero.
Guadalupe Peral Pérez, hijastra del empresario, relató que alrededor de las 20:00 horas de ese día, sujetos armados ingresaron a su domicilio, amagaron a sus familiares, se lo llevaron con rumbo desconocido y, hasta hoy no se sabe nada de él.
César tiene su domicilio en la Colonia Industrial al norte de Chilpancingo, donde además junto con su familia tienen un negocio de reciclaje de papel, cartón y plástico.
Esa misma noche acudieron ante la Fiscalía para interponer la denuncia formal, sin embargo no quisieron atenderlos y fue hasta el día 22 que les aceptaron la denuncia.
Su segunda hijastra, Marisol Peral Ojeda, dijo que creen que quienes lo privaron de la libertad son elementos de la Policía Estatal de la Unidad de Fuerzas Especiales (UFE), por varios antecedentes.
Expuso que días antes de estos hechos, unidades de esta corporación pasaban de manera frecuente hasta a manera de hostigamiento frente a su negocio, lo que incomodaba a la familia y los trabajadores; curiosamente dijo, posterior a la privación de la libertad, ya no ha habido este tipo de recorridos.
Otro antecedente que tienen con esta corporación, fue la detención de uno de los yernos de don César Ojeda el pasado 10 de agosto a quien detuvieron sin ningún motivo cerca del relleno sanitario, lo acusaban de tener armas y drogas, y lo golpearon antes de liberarlo.
A pesar de que en ningún momento han recibido amenazas o les han pedido cuota, dijo que el pasado 28 de abril don César sufrió un ataque a balazos, quedando herido de un brazo.
Tres días después personas desconocidas prendieron fuego a una de sus bodegas de reciclaje que se ubicaba sobre la carretera Chilpancingo-Petaquillas, la pérdida fue total, pero ninguna autoridad investigó al respecto.
Karla cecilia Ojeda Pérez, hija del desaparecido, hizo un llamado a las autoridades a que investiguen como debe ser y den con el paradero, así como a sus captores que respeten su integridad, debido a que está herido del brazo y padece hipertensión.