Acapulqueños entre el aislamiento y la ansiedad ante un futuro incierto

Lourdes Cobos/NOTYMAS

Acapulco, Gro.

abril 01 del 2020 (NOTYMAS).

Prestadores de servicios turísticos de Pie de la Cuesta, bloquearon por algunos minutos la Costera Miguel Alemán en el tramo del zócalo; piden a los turistas llegar a esas playas en esta temporada de Semana Santa. En tanto, la actividad vehicular ha bajado considerablemente aunque se observa movilidad de personas en playas y algunas calles de Acapulco.

Al parecer, poco a poco permea entre la población el exhorto de las autoridades de mantenerse en sus casas ante el peligroso contagio de Covid-19.

En supermercados hay movilidad pero de pocos consumidores, y lo mismo ocurre en los mercados públicos, mientras que las “corridas” del Acabús se observan con unidades prácticamente vacías.

Por parte de los automovilistas, aunque ha bajado la circulación de manera ostensible, aún pueden verse un flujo importante de unidades motrices particulares, aunque pocos taxis azules y menos amarillos, particularmente en la Costera Miguel Alemán y calles del centro y la colonia Progreso.

En las playas se nota la ausencia de turistas, mientras que se observan temerarios corredores en ambos sentidos sin mascarillas o cubrebocas ni guantes.

En entrevistas vía telefónica, comerciantes al menudeo y del mercado central, aseguraron que mantendrán las actividades “hasta donde Dios nos lo permita” porque “tenemos que tener ingresos. Yo tengo una empleada y le tengo que pagar el día porque es el único ingreso que tiene para ella y su hijo, es madre soltera”.

Pero la actitud positiva de esta comerciante de verduras, no coincide con el de propietarios de tiendas –grandes y medianas- cuyas utilidades han bajado marcadamente en las últimas semanas, de tal suerte que muchos de sus empleados se han quedado prácticamente sin empleo ni ingresos.

DESPEDIDOS SIN INDEMNIZACIÓN

Tal es el caso de Patricia, una joven dependienta de una de esas tiendas –tres sucursales en el centro de la ciudad y otra más en Renacimiento- que vive con su abuela. Ambas dependían del sueldo de Patricia y de las remesas enviadas por tres tíos que trabajan en Estados Unidos.

Cuenta: “me dijeron que iban a cerrar la tienda donde estaba por el virus y que me presentara en la de Rena al día siguiente; yo y varias fuimos para allá y resulta que nos dijeron que ya no trabajamos ahí. Nos despidieron sin darnos nada (indemnización).

No sé qué vamos a hacer, porque mis tíos ya no nos van a poder enviar dinero porque también allá están mal. Ya cerraron los restaurantes en donde trabajaban y nos dijeron que ya no van a poder enviarnos dinero; no sé qué voy a hacer, porque tenemos un poco de dinero, pero no nos va a alcanzar hasta que yo encuentre otro trabajo y mi abuelita depende de mí”.

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