MIGUEL ÁNGEL VENTURA MEDEL, 39 AÑOS IMPULSANDO EL BAILE DE LOS DIABLOS DE CUAJINICUILAPA

Javier Reyes | Cuajinicuilapa, Gro. | 23 de mayo de 2022

El profesor de danza Miguel Ángel Ventura Medel, ya es una leyenda mundial en la cultura afromexicana, en especial en la danza de los diablos, originario del municipio de Cuajinicuilapa, se ha desempeñado durante años en poner en alto este baile de herencia africana.

El famoso danzante, indicó que en tiempos de la colonia, un barco español que transportaba esclavos africanos quedó varado en el vecino estado de Oaxaca, los sobrevivientes se diseminaron por la región, y como un vestigio cultural de ellos surgió el baile de los diablos.

Asimismo, indicó que los esclavos africanos liberados se esparcieron en Oaxaca y la Costa Chica de Guerrero mezclándose con los indígenas, trayendo el culto al dios Rúa o Ruja, a quienes festejaban con danzas y gritos como “hurra o burra”.

La nueva versión del baile de los diablos proviene de esos rituales. Miguel Ángel Ventura Medel, dijo que lleva más de 39 años practicando el baile de los diablos, fue su padre quien le enseñó cuando él tenía como 11 años.

El profesor Miguel Ángel Ventura, ha llevado el baile de los diablos a otros países como Estados Unidos, Perú, Cuba; así como otros estados de la República y en la Ciudad de México, siempre poniendo muy en alto a Cuajinicuilapa y a la región Costa Chica, enseñando el baile de los diablos.

 Asimismo, se ha presentado en Bellas Artes con su grupo folclórico y se ha presentado en el festival Cervantino de Guanajuato, en Tijuana, Guadalajara, Puebla, Estado de México, Chilpancingo, Zihuatanejo y Acapulco.

 En Estados Unidos se ha presentado en Detroit y formó un grupo de la danza de los diablos “Compare Bud” entre los años 2008-2012 en Winston Salem, dejando a cargo al profesor Francisco Marroquín Dina, quien se encarga actualmente del ritual del baile de los diablos.

Miguel Ángel Ventura, recordó que los primeros bailantes en Cuajinicuilapa, son Javier Mariche, Simitrio Marga, Emiliano Herrera, Rafael Herrera, Eustiquio, Tomás; algunos ya fallecieron y otros están vivos.

Dijo que él pertenece a la tercera generación, empezó a bailar la danza de los diablos a los 11 años de edad, tres años después ya se había perdido ese baile ritual, fue entonces que empezó a buscar a jóvenes cuijleños para que lo siguieren practicando y lo empezó a ensayar, ahora con casi 40 años en ese cargo de impulsar la cultura afromexicana y enseñársela al mundo entero.

Acompañando a los muertos

Miguel Ángel Ventura Medel, mencionó que tienen la costumbre que a finales de octubre y los primeros días de noviembre, más de 40 danzantes acuden al panteón municipal de Cuajinicuilapa a bailar. 

El 31 de octubre se postran afuera del panteón y se van bailando por toda la avenida Cuauhtémoc, hasta la iglesia de San Nicolás Tolentino acompañando a las almas de los chiquillos para que acudan a sus casas a comer las ofrendas de lo que les gustaba.

Posteriormente, el 1 de noviembre acuden de nueva cuenta al panteón a bailar hasta la iglesia, acompañando esta vez a las almas de los adultos, quienes llegan a sus casas al altar que sus familiares colocan con ofrendas. 

Para el 3 de noviembre, acuden de nueva cuenta a la iglesia para acompañar las almas de los difuntos hasta el panteón para que continúen su descanso, después de visitar a sus seres queridos.

La música e indumentaria

Los instrumentos musicales que se tocan en el baile o danza de los diablos son tres, el pote, tigrera o arcusa, la armónica o flauta y el charrasón, que es una quijada de burro o burra; como indumentaria utilizan una máscara hecha con cuero de venado y cartón tapada con cabello de caballo.

Apoyos del gobierno

Miguel Ángel Ventura Medel dijo que el trabajo que realiza es por pura pasión, pues nunca han tenido apoyos que el gobierno dispone para la cultura y nunca han volteado los ojos hacia el baile de los diablos. 

A veces han recibido apoyos del Ayuntamiento de Cuajinicuilapa, cuando acuden a otros lugares a poner en alto su municipio.

Respecto al baile de los diablos en otros lugares, en Ometepec ya se está perdiendo y no ha sido fiel al baile original, pues ellos utilizan banda de viento o chile frito, lo mismo pasa en Lo de Soto, Oaxaca, donde también utilizan una banda musical o chile frito para acompañar el baile; por estas modificaciones, se está perdiendo el antiguo baile de los esclavos africanos que ha impactado en varias partes del mundo.