Juan Blanco | API Guerrero
Chilpancingo, Gro. | 22 de febrero de 2022
Los integrantes del actual Cabildo Municipal de Chilpancingo, entre ellos la alcaldesa morenista Norma Otilia Hernández Martínez, mantienen los salarios que percibían sus antecesores encabezados por el perredista Antonio Gaspar Beltrán.
Lo anterior, a pesar de que la primera edil prometió al tomar protesta el 30 de septiembre de 2021, que su gobierno se conduciría bajo un plan de austeridad que consistiría en realizar un reajuste en la abultada nómina que le heredaron.
Documentos oficiales publicados en la Plataforma Nacional de Transparencia, indican que Norma Otilia tiene un salario bruto de 51 mil 256.46 pesos mensuales, que con deducciones es de 40 mil 660.06, mismo monto que percibía su antecesor Antonio Gaspar.
Por su parte, los síndicos Andréi Marmolejo Valle y Yasmín Arriaga Torres, ésta última ex esposa de Gaspar Beltrán (ex alcalde), tienen un salario mensual bruto de 44 mil 113.62 pesos, y neto de 35 mil 660.08 (cada uno).
Estos montos son los mismos que obtenían los perredistas Vianey Castorena Tenorio y Víctor Ortega Corona, que los antecedieron en el cargo.
En cuanto a los 12 regidores, en su mayoría de extracción morenista, perciben cada uno un sueldo bruto de 37 mil 93.62 pesos, que con deducciones es de 30 mil 393.32 pesos.
Tan solo con el sueldo neto, los integrantes de la Comuna Municipal se llevan mensualmente (en conjunto) 476 mil 700.06, lo que significa que en los primeros cuatro meses de gobierno – octubre, noviembre, diciembre y enero-, hubo un gasto en la nómina municipal de, un millón 906 mil 800.24 pesos en total, tan sólo para ellos.
En ese sentido, si se multiplica por los 11 meses que restan del año 2022, estaríamos hablando que de febrero a diciembre habrá un gasto de 5 millones 243 mil 700.66 pesos en salarios a ediles, y más de 5.6 millones en los doce meses de 2022 que ya están presupuestados.
Es preciso mencionar que estos montos son apenas sus sueldos netos, pues los ediles liderados por Hernández Martínez, no dan a conocer a cuánto ascienden sus percepciones adicionales como bonos, recurso para gestión, sistemas de compensación, gratificaciones, primas, estímulos, apoyos económicos, entre otros ingresos.
Esto, a pesar de que la ex diputada local dijo ante sus representados que su gobierno sería de “transparencia” y “rendición de cuentas”.
Durante el proceso de entrega-recepción y poco después de asumir el cargo el 30 de septiembre del año pasado, la alcaldesa se quejó que recibió un Ayuntamiento “colapsado” y con un adeudo preliminar de mil millones de pesos.
Ante esta situación, dijo que su gobierno se conduciría bajo un plan de austeridad que consistiría en realizar un reajuste en la nómina tan abultada que le dejaron, sin embargo, ella y los otros 14 ediles siguen manteniendo los mismos salarios que heredó el Cabildo que encabezó Antonio Gaspar