Funcionaria de la FGE denuncia que fue agredida y vejada por la Fiscal Sandra Luz “y 9 hombres”

Jonathan Cuevas | API Guerrero | Chilpancingo, Gro | 11 de febrero de 2022

La Exdirectora General de Recursos Humanos de la Fiscalía General del Estado, Marvina Alicia Melo Vela denunció que la Fiscal Sandra Luz Valdovinos Salmerón y nueve personas cercanas a ellas, entre estas cuatro militares encapuchados, la agredieron, amenazaron y vejaron dentro de las propias instalaciones de dicha institución, la noche de ayer, jueves.  

Luego de que saliera una supuesta pelea entre Marvina y la Fiscal, y de que la Fiscalía informara de manera oficial que la exdirectora de Recursos Humanos agredió a Sandra Luz, por lo cual se emprendió una acción legal en su contra; esta última ofreció una conferencia de prensa en el puerto de Acapulco para dar su versión de los hechos.    

“Temo por mi vida, la de mi familia, por mis hijos, por mi hermano, porque ella, la Fiscal General del Estado de Guerrero, la maestra Sandra Luz Valdovinos Salmerón me dijo que me iba a destruir a mí y a mi familia”, expresó la quejosa que apareció ante la prensa con un collarín médico.

“Por eso estoy aquí, porque temo, tengo mucho miedo porque lo que hicieron con mi persona fue horrible. Me encerraron en su oficina nueve hombres y ella, de los cuales los identifico a cinco de ellos. Cuatro no porque eran soldados encapuchados con armas largas”, agregó.

Explicó que la Fiscal le llamó por teléfono para que fuera a su oficina a pesar de que ya había hecho la entrega-recepción de su dirección. Cuando llegó la hizo pasar a su oficina y estaban cuatro soldados encapuchados y armados, “con armas largas”.

Aseguró que estaba el vice fiscal de investigación Miguel de la Cruz Pérez; el vice fiscal de control, apoyo y logística para la Procuración de la Justicia, Martín Rizo; Carlos Hernández Herver quien es uno de sus escoltas; Fabián Méndez Barrales y César Mezquititla Cruztitla, así como la Fiscal Sandra Luz.

“El miércoles 09 de febrero había renunciado yo a la Fiscalía. En otras ocasiones lo había hecho pero ella me decía que no, que me esperara hasta que llegara quien me supliera, a pesar que las condiciones laborales eran denigrantes para mi persona, y no tan solo para mí, para todos mis compañeros de la Fiscalía que los ha estado liquidando sin respetar su experiencia, sus años de servicio”, dijo.

Acto seguido, fue encerrada en la oficina con los nueve hombres y la Fiscal, quien le entregó un oficio donde le comunican que aceptan su renuncia con carácter de irrevocable. “Yo le firmo, pero antes le comento que yo tengo una plaza de base y que por tanto le pido se me reincorpore a mi original adscripción. Ella me dijo que firme y después veríamos eso, y lo hice”.

Enseguida, asegura la denunciante, la Fiscal le presentó otro oficio donde la adscriben a Huitzuco de los Figueroa, pero ella comentó que a los administrativos no los pueden cambiar de su lugar de origen puesto que no ganan mucho.

Entonces Sandra Luz le habría gritado que lo firmara, por lo que Marvina respondió que lo firmaría, pero que primero la dejara hablar con su sindicato, a lo que la Fiscal volvió a ordenarle que lo firmara, argumentando que no tenía todo su tiempo.

Valdovinos habría lanzado después la primer amenaza: “Si no lo firmas te voy a destruir a ti y a toda tu familia y no me van a importar tus hijos”.

En ese momento Marvina afirma que se dio cuenta que los soldados encapuchados la estaban ya encañonando, por lo que le indicó a la Fiscal que no abusara de su poder.

Acto seguido, cuando se disponía a firmar el segundo documento y la Fiscal Sandra se encontraba como a metro y medio de distancia, los escoltas la agarraron mientras la Fiscal se puso de pie y le dijo que ya no lo firmara, pero que ni siquiera la iba a liquidar.

Después la Fiscal ordenó que le quitaran la ropa bajo el argumento de que venía armada, por lo que los soldados procedieron a desnudarla para luego tomarle fotos mientras Sandra Luz le gritaba: “vieja pendeja, ¿tú crees que puedes más que yo?”.

“Me volvió a decir: te voy a destruir. Y fue cuando me metió sus dos dedos en la boca. Otro me picó, no sé si con su arma o con qué pero yo apreté mi boca e inmediatamente la abrí, pero sus escoltas me apretaron así (del rostro)”, contó a la prensa.

“Después de eso se volvió todavía más una pesadilla porque yo les decía: déjenme salir, auxilio. Yo gritaba con todas mis fuerzas pero nadie me escuchaba, nadie iba a mi auxilio, me sentía tan impotente y se reían de mí. Me decía: pinche vieja puta, vieja pendeja, y más cosas feas”, continuó relatando.

Después, uno de los escoltas de apellido Barrales la arrinconó a su escritorio mientras Sandra Luz empezó a llamarle por teléfono al Fiscal Regional de la Zona Centro, Marco Antonio Contreras Meléndez; al titular del Ministerio Público de Bravos, Leonel (…); a Manuel Martínez quien es coordinador de periciales; a una perito y a una médico legista, también, al licenciado Miguel Ángel Castañeda quien es coordinador de zona, “y llegaron todos”.

“Ella empezó a decir que yo la había agredido, que la había lesionado. Yo no decía nada porque no me iban a creer. Nadie de mis compañeros estaba ahí. Ella dijo que la había mordido en sus dos dedos y yo solo la escuchaba”, se lamentó mientras lloraba.

Aseguro que filmaron lo que la Fiscal le dijo a la médico legista. Después otra vez metieron al baño a Marvina para revisarla, “la médico legista y una perito que siempre estuvo tomando fotos por órdenes de ella”.

“De ahí, cuando salí del baño ya estaba un coordinador de la Policía Ministerial con unas esposas. Me dijo: lo siento lic., pero me lo ordenaron. Es que giraron orden de aprehensión en contra de usted”. Enseguida la llevaron a los separos y le tomaron fotos “como a un delincuente”, ante los ojos de sus compañeros. Otra coordinadora se le acercó y le dijo que ella “tenía muchos delitos”.

Finalmente llegó su hermano para notificarle que ya estaba interviniendo la Comisión de Derechos Humanos, y gracias a esta la dejaron en libertad luego de que se comprobara que no tenía ninguna orden de aprehensión en su contra.