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Chilapa de Álvarez, Gro.
20 de Junio de 2021
“La violencia desatada en la zona norte, principalmente en Iguala donde todos los días hay muertos, es por las minas y el presupuesto de los municipios”; alertó Salvador Rangel Mendoza, obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa.
Señaló que desgraciadamente este municipio de Iguala es un foco rojo para el estado en materia de violencia e inseguridad, “y tal vez del país”, porque es donde están sucediendo muchas cosas “raras y extrañas”.
“Sabemos que tomaron a un jefe de los narcotraficantes que está en la cárcel y por lo tanto su banda de él, está haciendo barbaridades y media. Yo en lo personal hubo una posibilidad de que hiciéramos un arreglo, las paces con ellos, pero en ese tiempo el gobierno no quiso y desde entonces se han desatado muchos problemas de estos”; opinó.
En entrevista en la catedral de Chilapa, el prelado católico consideró que el gran botín de estos grupos delincuenciales son las minas, y el otro es el presupuesto de los municipios.
Ante ello señaló que ojalá que el Gobierno Federal pusiera más vigilancia en el ejercicio de la función de los municipios, “porque los narcotraficantes son los que se están llevando la gran tajada”.
Sobre la identificación de otro estudiante de los 43 normalistas de Ayotzinapa, Rangel Mendoza mencionó que es una certeza que hayan encontrado los restos porque está científicamente aprobado, sin embargo, los pensamientos de los padres de familia 0al no tener el cuerpo, niegan que estén muertos.
Dijo que para él, los 43 normalistas de Ayotzinapa ya murieron pero los papás se resisten en creer y quieren más evidencias. “Pero quien se las va dar porque está tan enredado lo de Ayotzinapa que yo como obispo, agarro noticias por todos lados y no he podido dar al clavo”.
Opinó que en este caso hay muchos intereses políticos y económicos, entonces se están apoyando en no decir la verdad y seguir engañando: “siempre lo he dicho que mientras no se llegue a la verdad y no se haga justicia, esta será una llaga que continuamente está sanando pero la vuelven a levantar, es un dolor que no se quita, ni a México ni a los padres de los desaparecidos”.