***Luis Javier Carreto Ocampo chocó en una motocicleta y provocó que le amputaran la pierna al entrenador de gimnasio, Ricardo Antonio Ortiz Díaz
***Por influencias de la legisladora morenista y su hermana, el proceso legal se ha extendido por más de 4 años; las notas en medios digitales, fueron suprimidas
Jonathan Cuevas/API
Iguala, Gro.
14 de enero de 2021.
Gracias al influyentismo de la diputada federal Araceli Ocampo Manzanares, un joven fisicoculturista igualteco no ha tenido acceso a la justicia desde hace más de 4 años, luego de perder la pierna en un choque en motocicletas con el hijo de la legisladora.
Luego de que los médicos salvaron su vida, Ricardo Antonio Ortiz Díaz y su familia han tenido que enfrentarse no solo a una mujer que se ha mostrado indolente y abusiva, sino también a un sistema de justicia plagado de corrupción e influyentismo que no le ha garantizado el acceso a la justicia.El accidente
De acuerdo con publicaciones realizadas en periódicos y medios de comunicación digitales el 11 de noviembre de 2016, y de acuerdo con el expediente que obra en la Fiscalía General del Estado (FGE), el accidente ocurrió alrededor de las 11:00 de la noche del día 10 de noviembre de ese año.
Aunque a estas alturas la mayoría de las notas informativas sobre el accidente que aparecían en Internet han sido eliminadas, este reportero pudo encontrar la publicación digital en medios de comunicación del puerto de Acapulco, ya que de los de Iguala fueron suprimidas.
El Diario 17 publicó ese día, la nota titulada: “Brutal choque entre motociclistas; a uno le pueden amputar la pierna”.
El texto relata: “Un joven fisicoculturista que se transportaba en una motocicleta está en riesgo de quedar lisiado tras haber sido impactado por otro vehículo de estos en la colonia Vicente Guerrero, la noche del pasado jueves”.
Se explica que Ricardo salió del gimnasio donde entrena y se dirigía a su domicilio a descansar, porque le esperaba una competencia de fisicoculturismo en el municipio de Taxco al siguiente día (viernes).
“Ricardo circulaba en su motocicleta –una Suzuki color negro- por la calle privada Melchor Ocampo de la colonia Vicente Guerrero, y al llegar al cruce con Niños Héroes fue impactada su máquina en su parte media, por otra veloz moto”; se lee en la nota informativa.
Se indica además que, por el fuerte impacto, Ricardo quedó con una pierna destrozada con riesgo de que le fuera amputada, lo cual sucedió después de ser ingresado al hospital general Jorge Soberón Acevedo, donde los médicos además lograron salvarle la vida debido a que había perdido casi toda loa sangre de su cuerpo.
El texto continúa: “El potro motociclista, al que se le imputa toda la responsabilidad en el accidente, responde al nombre de Luis Javier Carreto Ocampo, de 18 años de edad, con domicilio en la calle Maestros del Fraccionamiento Tres Iguanas, quien conducía una máquina Bajaj tipo Pulsar de color negro”.
Y al final de la nota que publicó Diario 17, se expone: “El presunto responsable, quien dijo ser hijo de una influyente abogada, y resultó solo con raspaduras, fue puesto a disposición de las autoridades”.
Luis Javier Carreto Ocampo, a quien desde un principio se le señaló como responsable del choque, es hijo de la ahora diputada miembro del partido Movimiento Regeneración Nacional, Araceli Ocampo Manzanares.
PeritajesAunque en ese entonces Araceli no era legisladora, su hermana Ofelia Ocampo Manzanares se desempeñaba como Secretaria de Juzgado en el Noveno Distrito del Poder Judicial de la Federación, y de acuerdo con testimonios recabados, sería ella la que en un primer momento habría intervenido para desviar la investigación en el Ministerio Público, en favor de su sobrino Luis Javier.
En la carpeta de investigación 12060010201609111116 existen tres dictámenes periciales; uno por parte de Tránsito Municipal, de la Fiscalía General del Estado y uno más a petición de la familia de Ricardo, que se elaboró de forma particular.
En el primero y último claramente se establece la responsabilidad del hijo de la diputada Araceli Ocampo, sin embargo, sorpresivamente en el de la Fiscalía Regional se establece una responsabilidad mutua de los dos conductores.
Dicho peritaje estuvo a cargo del Coordinador Regional de Servicios Periciales de la Fiscalía Regional con sede en Iguala, Wagner González Ventura, quien cabe mencionar, es perito en criminalística, no en tránsito terrestre.
En su peritaje dictamina textualmente: “El hecho de tránsito se debió a la falta de precaución de ambos conductores, al no realizar alto al ingresar a la intersección del crucero, formada por las calles Niños Héroes y privada de Melchor Ocampo de la colonia Vicente Guerrero”.
No obstante, el peritaje particular practicado por Luis Rivera Beltrán, aclara que no existe coherencia en la declaración del hijo de la diputada respecto a los elementos probatorios recabados en el lugar de los hechos.
Como primer punto se establece una velocidad excesiva por parte del joven Luis Javier que conducía una motocicleta tipo Pulsar Bajaj, lo cual se deduce debido a que posterior al choque, al caer al suelo, la unidad se despedazó sobre sus partes metálicas al impactarse contra el suelo, además de que alcanzó una distancia de 15 metros, desde el punto donde ocurrió el choque.
Como segundo punto indica que el mismo motociclista realizaba una circulación indebida al circular sobre la línea media imaginaria divisoria de carriles o incluso sobre el carril opuesto, lo cual se deduce con base en las posiciones finales de ambos vehículos, así como el hallazgo de indicios sobre el carril opuesto.
En el tercer punto en las conclusiones del peritaje, se advierte de una falta de atención al conducir por parte del hijo de Araceli Ocampo, al no visualizar que el vehículo que conducía Ricardo se encontraba sobre el cruce, por lo cual, el no haber detenido la marcha para evitar la colisión, “puede ser a consecuencia de distracción o falta de visibilidad derivado de circular con ausencia de luz”.
El perito Luis Rivera también se establece que el hijo de la legisladora impactó a alta velocidad con su motocicleta Pulsar, justamente en la mitad del lado izquierdo de la motocicleta Suzuki que conducía Ricardo Ortiz, por lo cual su pierna fue prácticamente destrozada al recibir el golpe.Sin justicia
Este medio de comunicación logró obtener copias de algunas hojas que obran en el expediente, entre estas de los dictámenes periciales y los testimonios de los involucrados, constatando que a más de 4 años de distancia de aquel accidente que dejó sin una pierna a Ricardo, no ha existido justicia para él debido a la injerencia de la ahora diputada federal y, antes, de su hermana.
El proceso se ha alargado porque supuestamente la Fiscalía Regional no encuentra pruebas suficientes para determinar la responsabilidad de alguno de los dos conductores, a pesar de la existencia de tres dictámenes; dos en los que se establece claramente la culpabilidad del hijo de la diputada, y uno, el de la propia Fiscalía, que indica una responsabilidad mutua.
Por su parte, Araceli Ocampo ha mantenido en secreto este proceso legal que lleva su hijo; incluso, curiosamente ya no aparecen las notas informativas que los medios digitales de Iguala habían publicado respecto a este accidente.
De acuerdo con fuentes cercanas a la familia de Ricardo, la legisladora incluso se ha negado a dar la cara ante la familia del joven fisicoculturista al que le arruinaron la vida, ni siquiera por ser una representante popular emanada del partido Morena.
Cinco días después del accidente, familiares y amigos de “Riky” iniciaron una colecta ante la falta de recursos de sus padres para poder pagar las cirugías que necesitaba, lo cual hasta la fecha tampoco ha conmovido a la diputada federal.
Los padres de Ricardo tienen un puesto de comida con el cual han ido reuniendo el dinero para las constantes operaciones que le han practicado a su hijo después de haber perdido la pierna, mientras que al joven fisicoculturista aún se le ve acudir al Gym Nitrix ubicado en el periférico sur de la ciudad, frente a la colonia 24 de Febrero, pero ahora apoyándose de una muleta y con bastante esfuerzo para realizar sus ejercicios.
Antes del accidente, él era entrenador en dicho establecimiento, lo cual ahora evidentemente se le imposibilita, por lo que incluso ha perdido esos ingresos económicos con los que antes se sostenía.
En tanto, al hijo de la diputada se le puede observar en la ciudad paseándose en vehículos o motocicletas, mientras que en su cuenta de Facebook tiene una portada con la leyenda: “Sea humilde, pero nunca se deje humillar”, y una imagen de perfil al volante de un vehículo y besando una botella de tequila.La morenista pasó de pedir fiado, a pasearse en camioneta de un millón de pesos
Araceli Ocampo Manzanares es la representante en el Congreso de la Unión, del Distrito 02 Electoral Federal, que abarca la región Norte de Guerrero. Ocupa la curul desde el inicio de la actual legislatura, y forma parte de la bancada de Morena, partido fundado por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Antes de ser diputada, la diputada rentaba una casa de interés social para vivir en el fraccionamiento Tres Iguanas ubicado junto a la carretera Iguala-Chilpancingo. Según acusaciones que le han hecho en redes sociales, Araceli desalojó dicha casa luego de ganar la diputación federal, pero quedó a deber a la dueña del inmueble.
De acuerdo con testimonios recabados, Ocampo Manzanares se caracterizó por constantemente pedir fiado en las tiendas de la colonia, o pedir dinero prestado a sus vecinos. Su vehículo era modesto; una camioneta de modelo atrasado.
Pero su cambio de vida al llegar a la diputación federal se notó casi de inmediato. Ahora se trasladaba en una camioneta Infiniti QX70 cuyo valor es de alrededor de un millón de pesos, la cual fue exhibida luego de que fue pintarrajeada con la leyenda “regresamos”, por lo cual la diputada interpuso una demanda en enero del 2019, afirmando que se trataba de una amenaza y agresión hacia su persona.
Actualmente no se sabe dónde vive la diputada, sin embargo, se le ve constantemente salir y entrar en una casa ubicada en la exclusiva colonia Burócratas, sin que hasta la fecha se conozca si la compró o la está rentando.