**La mala calidad de zapatos nuevos ha aumentado el trabajo de reparación de calzado
**En contraste con otros oficios, hay un aumento de trabajo y demanda en la reparación de calzado y no hay suficientes zapateros
Gente | Marquelia, Gro
22 de noviembre de 2020
Fidel Granados Morales aprendió el oficio de zapatero de sus tíos, a la fecha acumula 43 años de experiencia, y contrario a lo que podría suponerse, la demanda por su oficio ha aumentado debido a la mala calidad de los zapatos que fabrican en la actualidad.
Su taller que está ubicado muy cerca del mercado municipal, en la calle Italia de la colonia Progreso de Marquelia y está lleno de calzado, que llevan los clientes buscando aumentarles la vida útil: zapatillas, tenis, botas de trabajo, de campo, algunos despegados, descosidos, con fisuras, que salen de allí listos para ser usados por un periodo de uno a tres años, según la calidad de los materiales de fábrica.
Recuerda que después de la muerte de su padre en el año 1977, sus tíos maternos Fulgencio y Clario Morales Chala vinieron a Marquelia a enseñarles a él y a sus hermanos Silverio, Rafael (este último ya fallecido), el oficio de reparación y fabricación de calzado, en una casa cerca del Centro de Salud; a su vez, éstos aprendieron el oficio en León, Guanajuato, ciudad reconocida por la elaboración de productos de piel.
A los once años Fidel Granados ya fabricaba huaraches de niños y señor, a sus doce años ya ganaba por lo que hacía en el taller de sus tíos, hasta que cerraron cuando tenía 16 años de edad, por lo que tuvo que buscar otra fuente de ingresos, decidiendo emigrar a Iguala de la Independencia, donde trabajó en una fábrica artesanal de mocasines y zapatos.
Después viajó al entonces Distrito Federal, hoy Ciudad de México, donde trabajó en una fábrica más grande, lugar donde terminó de aprender la fabricación de tenis, botas y zapatos, estando en la capital del país también trabajó en un taller de calzado ortopédico, por lo que aprendió esa técnica.
Años más tarde, después de aprender todo lo relacionado a la reparación y fabricación de zapatos, regresó a Marquelia a poner un sencillo taller, recuerda que solo con una mesita, un motor y algunas herramientas empezó a trabajar nuevamente para las personas de Marquelia y sus alrededores.
Al abrir su taller, también realizaba trabajos de tapicería, reparación de balones de futbol, básquetbol y otros; pero debido a la carga de trabajo, tuvo que decidir seguir solamente con la reparación y reconstrucción de zapatos como tenis, botas, zapatillas, entre otros.
Explicó que el oficio del zapatero está dividido en cuatro áreas; el que pega, el que ensuela, el que cose, y pinta, y en su caso él tiene conocimiento de las cuatro, más la técnica de ortopedia.
TÉCNICO EN CALZADO ORTOPÉDICO
Como técnico en calzado ortopédico, Fidel Granado Morales tiene un sentimiento especial, debido a que él tiene una lesión en un pie, por lo que siempre se pone del lado de la gente que ocupa el servicio ofreciéndoles un mejor precio que algunos talleres de Acapulco o Chilpancingo.
El trabajo de calzado de ortopedia, va de acuerdo a las especificaciones del médico, por lo que es necesario leer e interpretar prescripciones o especificaciones para establecer el tipo de producto, realizando platillas y zapatos.
Gracias a su experiencia, en este tipo de trabajo ortopédico, tiene clientes de diferentes municipios de la Costa Chica y algunos municipios de Oaxaca; incluso, algunos médicos ortopédicos y traumatólogos ya lo conocen y recomiendan su trabajo a sus pacientes.
AUMENTO DE TRABAJO
Al preguntarle su opinión sobre cómo ha cambiado la calidad de los zapatos nuevos de fábrica, Fidel Granados reconoció que cada año la calidad de todo tipo de calzado ha bajado y eso provoca un aumento de trabajo en la reparación, teniendo una jornada de trabajo de 8 de la mañana a 12 de la noche, en temporada no escolar, ya que en temporada escolar el trabajo se dispara y tiene que trabajar hasta 18 horas diarias, de 8 de la mañana hasta las 3 de la mañana del día siguiente.
FALTA DE ZAPATEROS
En contraste con otros oficios, hay un aumento de trabajo y demanda en la reparación de calzado y acepta que no hay suficientes zapateros, principalmente, por la falta de interés de las nuevas generaciones. Reconoce que a su taller han llegado muy pocos jóvenes interesados en trabajar como aprendices, y si comienzan, renuncian porque consideran que el trabajo es sucio y por el uso de solventes.
Don Fidel tiene 5 hijos, tres de ellos profesionistas, Yenilith es bióloga, Wilber Orlando es abogado, Perla Carina es bióloga, Hugo está en el ejército; el último es Alonso Granados, aún niño, quien emocionado levantó la mano cuando a su papá se le preguntó sobre quien seguiría su legado.
VENTAJAS DE LA REPARACIÓN
Finalmente, Fidel Granados explicó las ventajas de reparar el calzado, poniendo ejemplos simples, ponerles costura a unos zapatos nuevos (saliendo de caja) tiene un costo de 50 pesos aproximadamente y mínimamente durarán seis meses más, esto dependerá de la calidad de los materiales del calzado. Hacer cambio de suelas a zapatos o botas tiene un precio variado de entre 100 a 350 pesos, que incluye la reconstrucción interior, y tendrán una duración de hasta tres años, comparado con la compra de zapatos nuevos, significa un buen ahorro.