Opositores a la tala de pino en Chilpancingo, son amenazados de muerte

Juan Blanco/API
Chilpancingo, Gro.
14 de Septiembre del 2020.-
 

Ejidatarios de Chautipan que se oponen a la tala moderada e indiscriminada de recursos maderables en la zona serrana del municipio de Chilpancingo, denunciaron que han sido amenazados de muerte debido a la lucha que han emprendido contra esta actividad.

En una llamada realizada a este medio de comunicación, uno de los 47 ejidatarios inconformes cuyo nombre se reservó, señaló que estas amenazas provienen del presidente del comisariado ejidal, Claudio Tolentino Castro, y del secretario del Consejo de Vigilancia, Mario Millán Castro, quienes son apoyados por un “grupo delictivo” que mantiene el control en esa franja de la región Centro del estado.

“A mí como me ubicaron como representante de los ejidatarios que están allá (en Chautipan), me han dicho que me van a ir a matar a mi casa y no sé qué tanto”, denunció.

De acuerdo con el afectado, el aprovechamiento forestal legal e ilegal inició desde el año 2000 y se ha extendido hasta la fecha, lo que ha dejado como saldo alrededor de 70 mil metros cuadrados de superficie deforestada.

Tan sólo del 2017 -año en el que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó a una empresa el permiso 132SGPARNS.UARRN.0782/2017 para la explotación de la madera- al 2020, ejemplificó, suman más de 40 mil metros cuadrados deforestados, pese a que lo autorizado sólo era de 21 mil.

Acusó que cada vez que es explotado el ejido de Chautipan, el comisariado ejidal recibe “varios millones de pesos, más aparte lo que sacan de contrabando, que la verdad es más”.

También advirtió en que esta actividad está dejando severos daños ambientales, al grado de que los mantos acuíferos, barrancos y arroyos se están quedando sin agua durante la sequía, cuyo líquido de uno de estos, dijo, es utilizado para abastecer a familias de la capital.

“Ahí en el pueblo, en tiempos de secas, los 400 pobladores ya no tienen ni agua para ellos, y si la autoridad no hace nada van a acabar hasta con el agua que llega a Chilpancingo, incluso, hasta el agua que bajan por gravedad de Omiltemi se va a secar si no le paran a la tala inmoderada”, advirtió.

Los ejidatarios, quienes radican en Chilpancingo por el peligro que corren al oponerse a las decisiones del comisariado ejidal, reiteraron su exigencia a la Semarnat de suspender el permiso de aprovechamiento forestal maderable que le otorgó a dicha empresa. 

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