Probable negligencia médica provoca muerte de una bebé

**Una madre de Cruz Grande, municipio de Florencio Villarreal, denuncia que en el hospital IMSS-Bienestar de Ayutla le negaron la atención médica
 
**Asimismo, señala presuntas malas prácticas en una clínica privada de Acapulco, donde la bebé falleció
 
Yanely Fuentes| Florencio Villarreal, Gro. | 21 de agosto de 2024
 
A través de redes sociales se ha viralizado el caso de Adriana Gallardo Cruz y su pequeña, quien, por probable negligencia médica, perdió la vida en agonía. Según el acta de defunción emitida por la clínica particular San Felipe De Jesús en la colonia Progreso del Puerto de Acapulco, la pequeña Ashly Jaretzi falleció a causa de un infarto agudo al miocardio como consecuencia de discrasia sanguínea y anemia complicada de nacimiento o adquirida, a las 14 horas con 40 minutos del domingo 18 de agosto.
 
El sábado 17 de agosto, Adriana en compañía de su madre llevaron a la pequeña a la ciudad de Ayutla en busca de un pediatra para que la atendiera, Jaretzi presentaba vomito agudo, dolor e irritación. Desafortunadamente no encontró especialista para atender a su hija, así que desesperadas, acudieron al hospital IMSS-Bienestar de esa cabecera municipal.
 
Anteriormente no consideraron el servicio de salud pública para atender a su niña porque, durante el parto, fue violentada al no recibir atención oportuna y complicar el proceso, por lo que tuvo que dar a luz en la clínica particular Felipe De Jesús en Acapulco.
 
En los primeros minutos de las 9 de la mañana, ingresaron al hospital IMSS Bienestar “preguntamos donde estaba urgencias, me mandaron y le dije a la señorita que por favor la revisara, que me ayudara que mi hija iba mal” relata Adriana, antes de atenderla, le pidieron esperar a encontrar el expediente de la madre. En ese momento llegaron más pacientes a quienes se le dieron prioridad, pasado 15 minutos y no obtener atención, la madre de Adriana ingresó a la sala donde se encontraba el personal médico y desesperada pidió la atención para su nieta, este acto molestó a los servidores públicos, por lo que una enfermera embarazada y de mal humor, salió a atenderla.
 
La atención consistió en checar los signos vitales y le dijo a Adriana que la pequeña no tenía nada, que era normal que los bebés lloraran. “Le explique a la enfermera que mi hija vomitaba mucho, lloró toda la noche, no es posible que un bebé llore con esa desesperación, me pegaba desesperada, para una niña de su edad que se comportara así, por eso yo creo que tenía mucho dolor, les pedía que me ayudaran, que le hicieran estudios, yo sentía dentro de mí que algo estaba mal”, dijo Adriana recordando la falta de empatía de los servidores.
 
Por su parte, el médico, se negó a darle la atención inmediata, argumentando que no puede hacer nada por una paciente que no tiene nada, por el contrario, la ofendió llamándola ‘exagerada’ y dio la orden a la enfermera de dejarla para atender al final, que había pacientes más graves, que por el momento el iría a almorzar.
Sabiendo que Jaretzi sería atendida al final, Adriana y su mamá salieron del hospital para buscar llevando en brazos a la pequeña en busca de un médico particular que pudiera darle atención urgente.
 
Poco tiempo después fue atendida por un médico general al no encontrar especialista particular, este médico le diagnosticó reflujo y le dio un medicamento para después mandarla a casa.
 
Sin rendirse en la búsqueda del pediatra y de una atención oportuna, volvió a casa en Cruz Grande, la pequeña estaba un poco más tranquila, la bañó, alimentó y llevó a dormir; momentos después, empezó a convulsionar.
 
Entre la angustia, buscó el número del teléfono de la clínica particular San Felipe De Jesús en Acapulco, donde dio a luz, preguntando si tenían atención pediátrica. El medico Gonzalo Jorge Parra Pit, le aseguró ser pediatra y de acuerdo a los síntomas que Adriana le comunicó por teléfono, el medico temió que la pequeña no lograra llegar a tiempo.
 
Cerca de las 6:30 de la tarde, ingresaron al sanatorio San Felipe De Jesús en el Puerto de Acapulco, donde al ingresar, a hija del médico le aplicó dos inyecciones que le generaron una hemorragia en el muslo.
 
Cuando la persona a la que identifican como la hija del médico entregó a la bebé después de las inyecciones, el papá de Yaretzi reclamó por qué su hija ahora ya no podía sostenerse, recibiendo una respuesta hostil por parte de esta que aseguraba que todo estaba bien.
 
A pesar que esas inyecciones provocaron una hemorragia que duró una hora, por lo que el medico Gonzalo Parra, practicó una cirugía para detener el sangrado, pero no fue posible en su totalidad. Desde el momento en que el estado de Jaretzi se complicó
Durante toda la noche la pequeña vivió en agonía esperando que las atenciones y procesos médicos surtieran efecto; a las 6 am la enfermera se llevó a Jaretzi, diciendo a los padres que el medico había ordenado tenerla bajo observación sin la presencia de los padres.
 
Aunque Adriana y su esposo pedían explicaciones para no poder estar acompañando a su hija, la enfermera le dijo que el medico Parra, había dado esa instrucción debido a que Adriana se encontraba muy estresada y le contagiaba el estrés a la pequeña.
 
Adriana y su esposo, solo podían ver a su hija mediante videos que la enfermera grababa para tranquilizarla.
 
Poco después, la esposa del médico salió a preguntar el nombre completo de Jaretzi, para ‘rezarle’ por su salud.
 
El último video que Adriana y su esposo vieron, fue a las 9 de la mañana, observando que su hija se encontraba entubada, pero ellos nunca fueron informados que se llevaría a cabo esa acción. Esa fue la última vez que Adriana pudo tener certeza de que su hija estaba viva, aproximadamente a las 15 horas del día, el medico salió a darles la noticia. Se dijo estar muy apenado, pero Jaretzi falleció de un paro cardiaco.
 
Los minutos pasaron y el medico no volvió a salir, hasta que le llamaron. Una vez en presencia de Adriana y su esposo, le dijo que no salía porque estaba muy apenado y creyó que lo golpearían. Con esta explicación, se negó a recibir el pago por el servicio.
 
“Si la hubieran atendido antes, le hubieran hecho un estudio -refiriéndose a la negligencia del hospital público- yo le supliqué a la enfermera, le dije a la enfermera, algo está mal, tú vas a tener un bebé, ayúdame, mi bebé algo tiene, yo sé que algo tiene, pero me dijo que no, que los niños siempre lloran”, lamentando el hecho de que no la atendieron en una institución pública que tenía los alcances para ayudarla en un principio. No solo le negaron la atención urgente, si no que minimizaron un síntoma que Adriana les comentó, en días pasados Jaretzi había evacuado con sangre, recibiendo como respuesta por parte de los servidores que “es normal el sangrado, así pasa, más en mujeres”, minimizando el hecho.
 
Cabe mencionar que, por ese sangrado, en días pasados se había enviado a realizar un estudio de cultivo, de los cuales se obtendrán los resultados este miércoles.
 
Por estos hechos, Adriana asegura que buscará la justicia, con tantas inconsistencias tanto del hospital público como del privado, iniciará un proceso de denuncia por probable negligencia médica de la institución que resulte responsable.
 
Adriana tiene 23 años y Jaretzi tenía apenas 1 mes y 3 días, era su segunda y última hija, se había operado para no tener más. Ahora, buscará la justicia, esperando que las instituciones garantes de esta, no la abandonen hasta alcanzarla.